Fundo don Gerardo, se encuentra ubicado en el Corazón de la Patagonia. El año 1918, allá en los comienzos de siglo cuando la Patagonia recibe a sus primeros colonos, llega al sector de Cerro Galera, don José Antonio Haro Haro, proveniente de la Isla Grande de Chiloé, quién en busca de nuevos horizontes donde establecerse y establecer el ganado ovino que traía para subsistir, compra terrenos a un vendedor de campos. Enamorado de las grandes extensiones de bosques, decide hacer vida en el sector, es así que contrae matrimonio con una jovencita de 18 años, proveniente de Temuco, Uberlinda Guzmán Cárdenas, de esta unión nacen 8 hijos, siendo uno de los menores, Gerardo el que sigue con la tradición de la crianza de ovejas. Es común en la vida de los campesinos, que los hijos varones hereden la administración del fundo y que sigan aportando a la historia en la crianza de ovinos o bovinos. Gerardo, no fue la excepción y sigue con esa tradición, desde el año 1972. Casado con Lida Mardones Almonacid, y criando 2 hijos Gerardo Adrián y Alicia Beatriz, recibe la administración del Fundo, hasta ese momento denominado “Santa Elena”, aportando con nuevos conocimientos, en un estilo mucho más “profesional”. El año 1973, junto a otros amigos criadores de ovejas, cruzan las fronteras en busca de una raza que soporte el frío, lluvias y bajas temperaturas. Así nace, la historia en la región de Aysén, de la ganadería ovina corriedale, famosa a nivel mundial, por sus múltiples propósitos, lana, carne, cuero y turismo. En cuanto a las carnes, por su aporte de OMEGA 3-6-9. Un prestigio que se ha ganado el cetro de los “mejores asados del mundo”. Ahora bien, el fallecimiento repentino de Gerardo, cambió la historia del Fundo Santa Elena, por primera vez en la familia y en la tradición ganadera, una mujer toma las riendas del campo. Alicia la hija menor de Gerardo y Lida, decide derribar mitos y paradigmas establecidos por la sociedad. Regresando al campo y trasformándolo en un lugar mágico, especial y entretenido. Aquí nace el Fundo don Gerardo, que rescata tradiciones y costumbres en un programa turístico, que a tan solo un año de funcionamiento, recibe el premio Nacional, Mujeres Empresarias Turísticas 2018.